Renta de cabañas vacacionales en Puerto Vallarta

Bonito lugar, para relajarte, pasa un río a pie de la cabaña y se escucha muy relajante todo.

Nos encantó la cabaña, Lala es una anfitriona increíble! Volveremos sin duda.

¡El ayudante local Héctor y la vecina Barbara fueron increíbles! Tantas recomendaciones geniales. Qué pequeño pueblo es tan pequeño. Si tienes la oportunidad de viajar aquí, vale la pena.

¡Absolutamente de ensueño! Tomando un café en el patio viendo salir el sol escuchando los increíbles sonidos de la naturaleza, ¡simplemente lo mejor! Al relajarnos en el patio por la noche tuvimos mucha suerte de ver un armadillo y un coati (mapache mexicano). Los anfitriones y los vecinos (incluidas las mascotas) son súper amables y te hacen sentir bienvenido. ¡Estoy deseando volver!

Anfitrión extremadamente servicial y receptivo. El lugar estaba limpio y acogedor. El patio privado era muy bonito. Había obras en las mañanas cercanas, pero eso no es culpa del anfitrión. El área exterior inmediata no está demasiado ocupada, pero los sonidos pueden viajar, así que prepárate al respecto. ¡Me quedaría aquí de nuevo!

¡Nuestra estadía fue inolvidable ! Los alojamientos fueron mejores de lo esperado, la comunicación de Pedro fue increíble y la zona fue un gran escape del ajetreo de PV. El aire acondicionado funcionó muy bien, al igual que el wifi, la cama era muy cómoda y la presión/temperatura del agua siempre fue genial. ¡Definitivamente queremos volver y lo recomendaríamos a cualquiera que esté buscando una escapada tranquila a la selva!

El alojamiento es encantador como se describe, ideal para aislarse y descansar. Alan y Vanessa fueron muy atentos. El acceso por lancha depende del clima, y el muelle de llegada está en muy mal estado. Alan muy al pendiente de nuestra llegada, nos tuvo que mandar lancha privada a Yelapa, tuvimos que pagar el doble ($300 por persona). El tapanco donde está la cama queda al nivel del suelo junto al camino, lo que puede incomodar si buscas privacidad, tiene un techo inclinado que dificulta subir o bajar, hay que espabilarse bien en la noche antes de bajar al baño. Tampoco se puede dejar comida fuera del refrigerador, ya que animales accedieron incluso a un anaquel alto. La playa es pequeña, con piedras, con boyas a 30 m, no apta para nadar, es más bien para disfrutar de la vista, vimos ballenas muy cerca! no hay atardeceres visibles ni mucho sol en el alojamiento. Desde el camino y otro alojamiento se ve el área donde pega el sol así que no hay mucha privacidad.

Un lugar increíble vale la pena todo, super amables al servicio, nos proporcionaron todo lo que les pedimos, todos muy atentos. El sonido del mar al dormir te relala y en verdad descansas y al despertar la vista es impresionante. Super recomendable. solo tengan paciencia para llegar.

Excelente trato, el lugar igual a las fotos, el anfitrión siempre pendiente a cualquier cosa y responde rápido las llamadas

felicidades por tu proyecto, espero puedas seguir invirtiendo en él y logres tus objetivos, esperamos verte pronto