Alojamientos vacacionales en San Ignacio

Camas cómodas, buena ducha, buena cocina. A pesar de que esto está justo al lado de la ruta 1, nuestra casita era muy tranquila y en la parte trasera de la propiedad.

Te sientes como en un auténtico hogar de San Ignacio una experiencia muy Surcaliforniana! Mary y Juan son unos adorados. Siento que es bueno que tenga una distancia considerable pero súper buena para caminar a lo que es centrito del pueblo porque puedes apreciar la belleza del oasis y los palmares. En la noche si pones atención, puedes escuchar cantos hermosos de algún coyote en algún cerrito cercano. En verdad amé esta estancia, cerró con broche de oro mi experiencia por los desiertos sur californianos.

Gran lugar! Recomiendo !

Excelente ubicación, en la plaza principal del pueblo. Es, como también se describe en las fotos y la descripción, una habitación muy grande con dos camas dobles muy cómodas, una entrada con sofá y sillones y un refrigerador, un baño grande con ducha grande. No hay servicios públicos con respecto a la cocina ni artículos básicos de baño, pero estaba muy claro en la descripción. Toallas y sábanas incluidas. Nos gustó mucho porque era muy cómodo para lo que necesitábamos y es un apoyo fantástico visitar el encantador pueblo de San Ignazio y sus alrededores. El restaurante al lado del Rancho Grande de los propietarios es realmente genial. Gracias Oscar por tu amabilidad y disponibilidad.

La casa de los Oscar estaba limpia y cerca del Centro. Éramos una reservación de última hora y nos acomodó cuando llegamos, que fue solo una hora después.

Teniendo en cuenta los precios de Baja California que son carisimos este alojamiento es de lo mejor que he encontrado y puedes ir andando al pueblo a ver la mision

¡Claro! Esta es tu evaluación revisada: ¡Pasamos una estancia maravillosa en este Airbnb! La casa era cómoda y estaba convenientemente ubicada a aproximadamente una hora de la laguna de San Ignacio, lo que la convierte en un gran lugar para nuestros viajes de avistamiento de ballenas. El vecindario era encantador y nos encantaban especialmente los vecinos amables y sus dulces perros, que nos hicieron sentir como en casa. El anfitrión fue muy amable, receptivo y complaciente, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún mejor. Era un lugar pacífico y acogedor para relajarse después de nuestras aventuras. ¡Recomiendo encarecidamente a cualquiera que visite la zona!