Alojamientos vacacionales en Torrejón el Rubio

Genial, apartamento fantástico. Un sitio muy agradable y estupendo. Con muchas ganas de volver a pasar unos días allí. Todo fue muy fácil.

Un alojamiento precioso y cómodo y unos anfitriones muy amables. Sin duda repetiremos.

¡Anfitriones muy amables que respondieron a todas nuestras preguntas sobre la zona extremadamente rápido, incluso en Navidad! Muy acogedor tanto para las personas como con las mascotas. El departamento se sentía limpio, acogedor y como en casa, con muchos pequeños detalles agradables. Vinimos a disfrutar del parque natural y observar algunas aves, pero los alrededores del apartamento también son bonitos. Por la noche, observamos las estrellas desde el balcón y también vimos que el sol salía desde allí todas las mañanas. Estancia muy relajante.

Piso perfecto para pasar un fin de semana por Plasencia, repetiríamos sin duda.

Alojamiento muy acojedor en zona muy tranquila. Todo estaba perfecto! nos encantó a mi familia y a mi!

el emplazamuento, los anfitriones, la casa y muchas mas valoraciones que no caben en este rectangulo, todo maravilloso. ah, admiten mascotas.

El sitio es espectacular. Perfecto para descansar. Las fotos que se muestran no hacen justicia a lo que realmente es. Volveremos seguro.

En japonés hay una palabra que define a este alojamiento: Anaba. Significa “joya escondida que sólo conocen los locales”. Y en mi vocabulario, un “anaba” sería algo que sólo compartiría con un número mínimo de personas, para poder guardarlo para mí como Gollum. La casita es un lugar tan único, que es difícil hacerle justicia con descripciones o fotos. Y la magia que tiene no se puede entender sin vivirla. No solo es la decoración, las vistas, el silencio, o el entorno. Es el amor y la personalidad de Emma y César lo que lo convierten en un verdadero Anaba. Un lugar donde te sientes libre, acogido y en casa. Y que quieres que se quede para ti para poder ir siempre. Los ratos matutinos y vespertinos de cerámica poniendo el mundo en orden con César, el privilegio mayor en mucho tiempo. No voy a caer en descripciones que conviertan este lugar en un alojamiento más. Es un Anaba, que solo puedes entender cuando lo vives. Y si lo vives y no lo entiendes, un abrazo para ti.

Nuestra estancia ha sido maravillosa. La casa, acogedora y bien equipada, nos ha ofrecido todo lo necesario para un descanso perfecto. El entorno natural es impresionante, ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad. Además, la anfitriona Carmen ha sido muy amable y nos ha hecho sentir como en casa. Sin duda, un fin de semana inolvidable que esperamos repetir. ¡Totalmente recomendado!